Para mucha gente, el pescado es uno de esos alimentos que o se aman o se odian. Sin embargo, esto se debe principalmente a que no son conscientes de lo amplio que es el término "pescado" y de la cantidad de tipos con perfiles de sabor únicos que existen.
Uno de esos tipos es, sin duda, el salmón. Si se prepara de la forma adecuada, el salmón puede ser delicioso. Mi forma favorita de consumirlo es como parte de sushi o sashimi, es decir, crudo, pero otros métodos de cocción también son una opción.
Pero, ¿qué pasa con el salmón poco hecho? ¿Es seguro comerlo en ese estado? Algunas personas podrían pensar que, si es seguro comerlo crudo, entonces sin duda es seguro disfrutarlo poco hecho, ¿verdad?
Pues bien, en realidad, esto es muy erróneo y, en este artículo, descubrirá por qué.
¿Se puede comer salmón poco hecho?
Bueno, técnicamente se puede, pero en realidad no es recomendable porque entraña ciertos riesgos para la salud.
No digo que comer salmón poco hecho vaya a causar daños cada vez que lo comas, pero si existe la posibilidad de que ocurra, siempre es mejor prevenirlo.
En concreto, hay muchas posibilidades de que el salmón salvaje capturado en Alaska esté infectado con el parásito llamado tenia japonesa, que puede ser una amenaza para la salud.
Aparte de eso, el salmón que no se ha cocinado correctamente también puede contener ciertas bacterias, como la salmonela, el Vibrio vulnificus y las bacterias del agua salada caliente.
El Vibrio vulnificus es especialmente peligroso porque puede provocar graves problemas de salud, como enfermedades gastrointestinales, infección de heridas e incluso septicemia.
Lógicamente, todos estos parásitos y bacterias también pueden estar presentes en el salmón crudo, al igual que en otros pescados crudos, como por ejemplo en atún crudo. Entonces, ¿por qué se puede consumir crudo, pero no poco cocinado?
Bueno, no se puede comer todo tipo de salmón crudo, sino sólo salmón crudo o de grado sushi, significa que se ha congelado a -4°F durante al menos 7 días, asegurándose de que todas las bacterias mueren en el proceso.
Por otro lado, el salmón poco hecho tiene una temperatura de unos 40°F o más, que es una temperatura ideal para el crecimiento de bacterias dañinas.
¿Qué ocurre si se come poco hecho?
Como ya he dicho, el salmón poco cocinado puede contener diversas bacterias nocivas. Si lo consumes, te expones a contraer enfermedades de transmisión alimentaria, que pueden provocar distintos síntomas.
La bacteria más común asociada al salmón poco cocinado es la Salmonella.
El consumo de esta bacteria provocará con toda seguridad enfermedades transmitidas por los alimentos. Los síntomas incluyen náuseas y vómitos, diarrea, calambres abdominales, así como fiebre.
La diarrea y los vómitos también pueden provocar deshidratación, lo que es especialmente peligroso para los niños pequeños, las personas mayores y las personas con un sistema inmunitario débil.
En algunos casos, los casos graves de intoxicación alimentaria puede producirse, requiriendo atención médica.
Además, el salmón también puede ser huésped de parásitos, como las tenias. Comer salmón poco cocinado o crudo aumenta el riesgo de ingerir estos parásitos, que pueden provocar infecciones parasitarias.
Los síntomas de una infección parasitaria pueden variar, pero pueden incluir molestias abdominales, náuseas, diarrea y pérdida de peso.
Otras bacterias y parásitos que pueden estar presentes en el salmón poco cocinado son los gusanos del bacalao, la hepatitis A, el norovirus, el Staphylococcus aureus y la Shigella.
¿Cómo saber si el salmón está poco hecho?
Ahora ya sabe lo que puede ocurrir si consume salmón poco cocinado, cosas realmente desagradables. Por ello, es muy importante conocer los síntomas del salmón poco hecho.
1. Aspecto translúcido: Si el salmón está poco hecho, puede tener un aspecto translúcido o semitransparente en la parte más gruesa de la carne. Puede parecer algo crudo o gelatinoso en lugar de opaco y escamoso.
2. Textura cruda o blanda: Cuando el salmón está poco hecho, su textura puede ser más blanda, con una consistencia pastosa y cruda. Al tocarlo, la carne puede resultar ligeramente viscosa o tener una textura similar a la del pescado crudo.
3. Color más oscuro: Si no cocina bien el salmón, puede parecer más oscuro. Mientras que el salmón cocinado suele tener un tono rosa o coral vibrante, el pescado poco cocinado puede tener un tono más rojizo u oscuro.
4. Falta de escamas: El salmón bien cocinado se desmenuza fácilmente con un tenedor. Sin embargo, el salmón poco hecho no tiene escamas bien definidas y puede parecer cohesivo o resistente a la separación.
5. Olor a crudo o a pescado: Mientras que el salmón cocinado correctamente tendrá un aroma suave y agradable, sin olores fuertes, el salmón poco cocinado puede emitir un olor más fuerte a crudo o a pescado.
El olor del pescado se debe a la liberación de óxido de trimetilamina (TMAO) del tejido muscular. Si el pescado no está bien cocinado, ese compuesto químico no desaparece.
¿Cómo cocinar correctamente el salmón?
Si pides el salmón en el restaurante, fíjate en estas señales y utiliza los protocolos de seguridad. Pero si lo preparas tú mismo, puedes aprender a hacerlo correctamente y evitar posibles problemas.
Es esencial un calendario adecuado
En general, debe cocinar los filetes de salmón a 400°F en el horno durante unos 11-14 minutos.
Sin embargo, existen algunas variaciones en cuanto a los métodos de cocción.
Si lo fríes en la sartén, debes hacerlo durante unos 10-15 minutos si quieres que se cocine bien.
Por último, si prefiere cocinar a la parrilla, le llevará entre 10 y 20 minutos.
Tamaño del salmón
Lógicamente, el tamaño también es un factor importante. Cuanto mayor sea el tamaño del filete, más tiempo tardará en cocinarse correctamente.
Por ejemplo, un filete de 12 onzas escalfado podría tardar hasta 25 minutos, pero un filete de 4 onzas cocinado en el horno podría tardar tan sólo 8 minutos.
Con o sin piel de salmón
Aunque no está directamente relacionado con el problema del salmón poco hecho, lo cierto es que no es lo mismo cocinar el salmón con o sin piel. Es mucho mejor dejar la piel.
En primer lugar, protege al salmón del calor directo, manteniendo la humedad y evitando que se seque.
Aparte de eso, añade textura y sabor al pescado, es decir, la piel crujiente proporciona un agradable contraste de textura con la carne húmeda.
Por último, la piel del salmón es rica en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el cerebro y el corazón.
Cocínelo con la piel hacia abajo
El sabor del salmón también depende de la forma de cocinarlo, por lo que es importante conocer los principales consejos y trucos. Así, conviene saber que cocinar primero el lado de la piel del filete de salmón es esencial.
Quedará suficientemente crujiente y si usas una sartén antiadherente o unas rejillas bien engrasadas, tampoco se pegará ni ensuciará.
¿Cómo comprobar el punto de cocción?
Hay dos formas principales de comprobar si el salmón está bien cocinado. En primer lugar, puedes hacer una pequeña inspección tú mismo si crees en tus sentidos. Si no está tan seguro, lo más seguro es comprobar la temperatura interna del pescado.
- Aspecto opaco: Si lo cocina correctamente, el salmón tendrá un aspecto opaco y un color uniforme en toda la carne.
- Textura escamosa: Cuando el salmón está bien cocido, las escamas deben estar firmes pero aún húmedas, con una textura ligeramente tierna y delicada. Al presionarlo suavemente con un tenedor o un cuchillo, el salmón cocido debe desmenuzarse fácilmente.
- Capas separadas: A medida que el salmón se cocina, las capas de músculo y grasa se separan ligeramente, lo que facilita la identificación de las distintas capas.
Así, cuando esté cocida, la carne debe parecer distinta pero cohesionada, con una clara separación entre las capas.
- Aroma suave y agradable: A diferencia del fuerte o desagradable olor a pescado del salmón crudo o poco hecho, uno bien cocinado tendrá un aroma suave y apetitoso.
- Temperatura interna: Esta es la forma más fiable de comprobar si el salmón está hecho. Basta con introducir un termómetro alimentario en la parte más gruesa del pescado, ya que es la que más tarda en cocinarse.
Según la FDASi el termómetro marca una temperatura de 63°C (145°F), el salmón está listo. Si es más baja, el salmón está poco hecho y debes dejarlo cocer un poco más.
Una nota más. Tenga cuidado de no cocinar demasiado el salmón. El salmón contiene cierta cantidad de materia blanca, conocida como albúmina. Sin embargo, si hay una cantidad excesiva, es probable que el salmón esté demasiado cocido.
Conclusión
Así pues, la conclusión más importante de toda esta historia es que el salmón crudo y el poco cocinado son cosas totalmente distintas en términos de comestibilidad.
El salmón crudo suele ser de calidad sushi, es decir, se congela adecuadamente para matar todas las bacterias y parásitos. Eso no puede decirse del salmón poco cocinado, que es un caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
Por ello, no debe consumirlo, y debe saber que el aspecto translúcido, la textura blanda, el color más oscuro, la falta de escamas y el olor a pescado son los principales signos de que su salmón no está totalmente cocido.
Véase también: ¿Se puede volver a congelar el salmón y afectará a su calidad?