Me encanta hacer crepes, ¡son tan versátiles y perfectas para cualquier momento del día! Tanto si tengo antojo de algo dulce como si busco un aperitivo salado, estas crepes de vainilla siempre dan en el clavo.
¿Y lo mejor? Son superfáciles de preparar y puedes rellenarlas con cualquier cosa que te apetezca. ¿Listo para crear una deliciosa crepe mágica? Pongámonos manos a la obra.
Crepes de vainilla
Dé rienda suelta a su creatividad con estas crepes de vainilla ligeras y esponjosas, perfectas para el desayuno, el postre o cualquier momento en que necesite un capricho sabroso. ❤️
Ingredientes
- 1 ½ tazas de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 ½ tazas de harina común
- 2 cucharadas de extracto de vainilla
- 2 cucharadas de azúcar
- ½ cucharadita de sal
- 5 cucharadas de mantequilla derretida
Instrucciones
1. Mezclar la masa: En un bol grande, batir la leche, las yemas de huevo y la vainilla hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir la harina, el azúcar, la sal y la mantequilla derretida, removiendo hasta que la masa esté bien mezclada y sedosa.
2. Calienta la sartén: Coloque una sartén para crepes o una sartén antiadherente a fuego medio y déjela calentar hasta que esté caliente. Cubra ligeramente la sartén con aceite vegetal o aceite en aerosol para evitar que se pegue.
3. Cocer los crepes: Vierta aproximadamente 1/4 de taza de masa en el centro de la sartén y, a continuación, incline y gire suavemente la sartén para extender la masa uniformemente hacia los bordes. Cocine hasta que se formen burbujas en la superficie y los bordes empiecen a parecer secos. Dé la vuelta a la crepe y cocínela por el otro lado hasta que esté ligeramente dorada. Repita la operación con el resto de la masa.
4. Sea creativo con los rellenos: Ahora viene la parte divertida: ¡rellenar las crepes! Llénalos de tus frutas favoritas, nata montada, caramelo, helado o incluso queso para darle un toque salado.
Estas crepes son como un lienzo en blanco esperando su deliciosa creatividad. Tanto si te apetece algo dulce como salado, son la forma perfecta de empezar el día, ¡o de terminarlo con un capricho! ¡Que aproveche!